miércoles, 27 de mayo de 2009

IMPENSADO


El camino, tan tranquilo como siempre.
La rutina y el pensar en "nunca pasa, acá no"...pasó.
Yo iba caminado cuando escuché cómo las hojas de otoño crujían. Miré y nada, seguramente algún animal que anda por ahí.
Cada vez más ruidos, no hagas eso, tonto, que se da cuenta. ¡Ahora!
Caminá, no hables. Agarrá el cuchillo, boludo, y seguime.
Con los ojos tapados me llevaron a no sé dónde. Quedé sentado mirando sin ver y tratando de oír algo.
Traeme lo que te pido y nada más.
No escuché nada, dónde andarán éstos.
Listo, no nos quieren dar nada, así que...y sonó el gatillazo.

Constanza Aguirre.-

No hay comentarios: