sábado, 6 de marzo de 2010

"EL PRÍNCIPE DE OTRO POZO"


















































Cuento de Silvia Schujer


Dramatización: Adaptación de Clara Amelia Meneses (alumna de segundo año del Profesorado de Educación Especial del I.S.F.D. "E. Sábato" de La Cruz , Provincia de Corrientes)
Puesta en escena con títeres en el Mes del Discapacitado, en la Escuela de Educación Especial "Santa Rita de Casia" de la misma localidad, a cargo del siguiente equipo: Clara Meneses, Nancy Coutinho, Mónica Alegre, María Lezcano y Carla Mello, con la colaboración de Oscar, alumno de primer año.

Relator: Había una vez un reino y en el reino vivían: el rey, la reina y su hijo el “príncipe”.
Pero el príncipe tenía tres grandes problemas: la cara, el cuerpo y su manera de ser.

I Escena:
(Castillo de fondo con largas escaleras.)

Rey: Estoy muy preocupado, querida esposa, nuestro hijo es muy feo…la cara es demasiado chica para sus dos ojos o no sé si es porque los ojos del príncipe son tan grandes que ocupan toda la cara.

Reina: No digas eso, yo no lo veo tan mal…

Rey: Y su boca, mejor que ni la abra. Y sus piernitas tan flacas que apenas sostienen su barriga.

Reina: Pero eso no es ningún problema, necesita hacer gimnasia y unos buenos trajes, con nuestra fortuna lo podremos mejorar.

(Desde el fondo entra en escena el príncipe, bajando las escaleras dando saltos)

Rey: Bueno, bueno, bueno, se acerca y dando saltos y saltos nuestro hijo, parece que tiene un resorte. ¡ y todos los maestros que pagamos para que le enseñen modales!..
¿Para qué? Nunca dan resultado.

Reina: Solo juega, le gusta mucho saltar.

Rey: Y también embarrarse en el jardín cuando llueve, comerse los mosquitos… ¡En vez de comerse los mocos como todos los mocosos!

Reina: ¡Ya basta! Esposo mío…no seas tan duro con él., es distinto pero es nuestro hijo y tenemos que quererlo y ayudarlo.

(El rey y la reina se alejan dejando en primer plano al príncipe)

Príncipe: Estoy tan triste, mi vida no es fácil. Nada de lo que hago les agrada a mis padres. Tampoco ellos me hacen feliz.
Y la gente se ríe de mí, todos me miran y se ríen. Algunos me dicen: ¡Ahí va la cacerola con patas!...

Relator: Y el tiempo de casarlo se acercaba, pero no había dama en el reino, ni en los reinos vecinos que quisiera tenerlo como esposo.

(Se aleja el príncipe y entran el rey y la reina)

Rey: ¿Qué podemos hacer con el príncipe?

Reina: ¿Y si llamamos al sabio y le pedimos un consejo?
Él sabrá que hacer.

(Entra el sabio)

Sabio: Hm.…mhhh
¿Y si mandan al príncipe a la guerra? Quizás la vida de soldado estilice su cuerpo, afile su ingenio y corrija sus modos.

Rey: Eso haremos.

Reina: Bueno, que vaya a la guerra… ¡Pobre hijo mío!

II Escena
(Campamento del enemigo)

Relator: El mandarlo a la guerra fue un error. El príncipe fue tomado prisionero.

Príncipe: Nada hago bien, estoy encerrado.
Y bueno, le voy a cantar a la luna.

(El príncipe canta)

Relator: Tan feo cantaba el joven príncipe que los soldados enemigos no podían dormir y las batallas se perdían por cansancio.
Entonces decidieron devolverlo al palacio.
Al volver el príncipe se encontró con su familia. Y cuando estuvo solo dijo:

Príncipe: No me gusta vivir acá, nadie me entiende, mejor me voy a buscar mi lugar en otra parte.

Relator: Y así, triste y solo, abandonó el palacio; se ensució con barro para que no lo reconocieran al salir.
El príncipe caminó días y noches por lugares extraños.

III Escena

(El bosque y los animales)

Príncipe: Ay, me cansé de caminar, no puedo más. Tengo hambre y sed. Y estoy triste…

Relator: El príncipe se echó bajo un árbol y rompió a llorar.
Lloró hasta que se quedó dormido.
Mientras dormía, los animales del bosque lo fueron rodeando, con mucha curiosidad.
Se preguntaban ¿Quién era ese extraño mortal?

(El príncipe se despierta)

Príncipe: Hola, soy el príncipe…pero jamás fui feliz.

Liebre: ¿Por qué?

Tucán: Pobrecito.

Príncipe: Porque soy gordo y petiso. Muy bocón y ojos de plato. Porque me gusta saltar y comerme los mosquitos.

Liebre: ¡Qué divino!

Tucán: ¡Qué prestancia!

Relator: En eso estaban cuando se abrió paso su majestad la rana, quien aparecía pocas veces.

Rana: Déjenme a solas con el forastero.
¿Me dejas que te de un beso? ¡Chuik!

(Se acerca al rostro del príncipe)


(La luna envió un chispazo de luz a la tierra y el príncipe se transformó en un bello sapo)

Príncipe: Me libraste por fin del hechizo.
¡Qué feliz estoy!
Majestad, ¿desea casarse conmigo?

Rana: Claro que sí, te he estado esperando toda mi vida.

Relator: Y así unido a su amada, reinaron felices por el resto de sus días.

Fin


FELICITACIONES, QUERIDAS ALUMNAS! GRACIAS , OSCAR, POR TU ESPLÉNDIDA Y DESINTERESADA COLABORACIÓN!
ESTUVIERON MARAVILLOSOS Y LA RECEPCIÓN DE LA ACTIVIDAD POR PARTE DE LOS CHICOS ASÍ LO MANIFESTÓ!

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