viernes, 12 de diciembre de 2008

Palabras de despedida... PROMO 2008‏


Una mezcla de tristeza y alegría invade hoy nuestros corazones. Llegó el momento. Es el día de partir, de dejar atrás otra etapa de nuestras vidas para comenzar una nueva. Y eso es difícil. Con sólo recordar aquel primer día de secundaria nos damos cuenta de que todo lo nuevo asusta. Nos vemos parados frente a la gran puerta que conducía a lo desconocido, y rodeados de extraños que, como uno, esperaban con ansias el primer timbre. Guardapolvos blancos que hasta brillan en el sol, zapatos nuevos, camisas recién planchadas. Nervios y más nervios. Todo parece indicar que ese día no terminará nunca. Conocer a los profesores que se suceden cada 40 interminables minutos, con quienes en tan poco tiempo nos encariñamos tanto, y hoy en día no se dan cuenta de cuánto los queremos… Algo que parecía tan nuevo sería, tiempo después, cosa de todos los días.
Año a año fuimos ganando un lugarcito en el corazón de esta gran familia que es la escuela. Crecimos en algo tan maravilloso como la AMISTAD. Aprendimos a hacer frente a cada obstáculo que la vida nos puso adelante. Ganamos unas veces, perdimos otras, pero siempre unidos, tratando de que todo saliera lo mejor posible. Es por eso que hoy nos sentimos capaces de desafiar al mañana y afrontar el nuevo camino que nos toca vivir. Pasaron 14 años; 14 años de entrar y salir, de jugar y estudiar, de querer y de odiar, años de constante lucha, la lucha por aprender algo nuevo cada día, la lucha que no termina, y con ellos, quedaron sueños, algunos cumplidos y otros por cumplir. Quedaron fantasías, historias, anécdotas, amores… Buenos y malos momentos compartidos con amigos, alguna que otra travesura, y miles y miles de recuerdos que hoy se agolpan en la memoria como queriendo salir, intentando detener el tiempo para evitar la partida. Recuerdos para ser contados permitiendo que una lágrima escape de nuestros ojos. Recuerdos que, aunque parezcan lejanos, nunca podrán ser olvidados.
Son miles las anécdotas que quedarán grabadas en los oídos de aquellas paredes tan mudas.
Y una vez más, como hace años, volvemos a sentirnos asustados ante lo desconocido.
Hoy nos vamos. Debemos partir. Cargamos con un baúl que no pesa demasiado, pero que está repleto de ilusiones aguardando realizarse. Llevamos en las manos puñados de esperanzas, y en el corazón, un dejo de tristeza que nos inunda…
Sabemos que hoy nuestros caminos empiezan a separarse, teniendo todos, las mejores expectativas por lo que vendrá.
Llegó el momento de decir adiós y gracias. Adiós a esa casa que nos dio calor de hogar y nos vio crecer; y gracias a todos los que hicieron posible que crecer no fuese tan difícil. Adiós a nuestra Escuela, que durante todo este tiempo nos cobijó y nos dio el mejor de los apoyos; gracias a nuestros padres y seres queridos que nos instruyeron y formaron para ser, el día de mañana, hombres y mujeres de bien, también algo muy importante...gracias a vos ,Wilson, que siempre estuviste y estarás con nosotros, desde el lugar donde te encuentres como nuestro ángel guardián y protector que siempre compartió nuestros buenos y malos momentos...Aunque lo no creas, “Es tan fácil recordarte y tan difícil olvidarte..”
Adiós a nosotros, los egresados, los que formamos parte de esta promoción 2008; y gracias a todos por dejarnos escribir otra página de la historia, nuestra historia.
Ahora sí. Llegó el momento. Permitamos que esa pena salga, que esa melancolía deje correr lágrimas de emoción, pero no permitamos que esta despedida oscurezca el brillo que nuestra amistad ha ganado. Es por eso que debemos hacer que nuestro encuentro sea más fuerte que la separación, y que este “adiós” no sea, sino un “hasta siempre”…

Déborath Escalante (6º Año Cs. Naturales)

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